Sunday, March 25, 2012

Ley del Oeste en la Florida

Daniel Shoer Roth. EL NUEVO HERALD

Muchos nos hemos identificado con Trayvon Martin o con el dolor de su familia; con la ira de una comunidad que es presa del prejuicio o con el desconsuelo de una sociedad que ha cavado su propio sepulcro.

De ahí nace la manifestación ilimitada de solidaridad en todos los estratos socioeconómicos y grupos étnicos que se ha expandido de súbito por la nación. Un alma adolescente se extingue a manos de la violencia armada sinsentido. Se aviva el clamor de un pueblo por la justicia. Una justicia injusta.

Injusta porque ha sido amoldada para beneficiar intereses privados, como el cabildeo que encabeza la influyente National Rifle Association (NRA) entre otras entidades de ideología ultraconservadora que cuentan con la acendrada lealtad de la Legislatura de la Florida.

Estos perspicaces legisladores, en la Florida y en otra veintena de estados, han sido sabios para tergiversar la interpretación de la Segunda Enmienda, que provee a los norteamericanos el derecho constitucional de poseer armas. Su objetivo: ampliar la venta de armas de fuego, y multiplicar las excusas para apretar el gatillo y diseminar el odio.

Durante la administración del ex gobernador Jeb Bush, cuyo legado continúa menoscabando la calidad de vida de los floridanos, lo legisladores aprobaron una ley que permite utilizar armas en cualquier lugar y situación en la que el portador sienta peligro, sin intentar huir con anterioridad.

Esta ley de defensa propia Stand Your Ground, apodada por sus detractores como la ley “primero dispare”, es la que ha mantenido en libertad a George Zimmerman, el vigilante voluntario en el centro de la Florida que olfateó en Martin una supuesta conducta sospechosa y lo mató el mes pasado a sangre fría. El estudiante de 17 años, vecino de Miami Gardens, no estaba armado ni tenía antecedentes penales.

Desde el 2005, al menos 130 personas que dispararon han invocado esta ley que amplía el derecho de los ciudadanos a alegar legítima defensa en caso de asesinar a alguien si “cree razonablemente” que debe usar fuerza letal para prevenir que otro lo mate o hiera. En el 70 por ciento de los casos, el incidente dejó un muerto, y en el 50 por ciento, el agresor no fue inculpado, según un análisis del Tampa Bay Times.

Los “homicidios justificados” reportados al Departamento de Policía de la Florida se han triplicado desde entonces, concluyó la pesquisa.

Los partidarios sostienen que la ley es útil porque permite a los ciudadanos protegerse de cualquier peligro sin preocuparse de las consecuencias legales que conlleva usar fuerza letal. Es una suerte de ley del Salvaje Oeste.

No obstante, Stand Your Ground también ha sido utilizada para justificar asesinatos durante trifulcas en bares, pugnas entre pandilleros y altercados vinculados a la ira de carretera.

Desde la perspectiva legal, esta ley se fundamenta en una suposición falsa, porque los códigos modernos penales sí protegen tanto a los inocentes que usan fuerza letal, como a aquellos que lo hacen creyendo erróneamente que están bajo ataque. Además, permiten que los vaqueros acostumbrados a disparar sin pensarlo dos veces sean encausados.

En el país hay una epidemia de violencia callejera perpetrada por delincuentes con fácil acceso a fusiles de asalto. En el 2004, el gobierno del ex presidente George W. Bush, con miras a complacer a la NRA y sus cabilderos, dejó expirar la veda federal a fusiles como los M-16 o los AK-47. Otro gran legado de la dinastía de los Bush.

La marginalización social de las minorías en los barrios más pobres, los recortes presupuestarios para la educación, el desinterés en la salud mental de los estudiantes y a la saturación de violencia en la televisión y los videojuegos, también han contribuido a esta crisis que compromete nuestra seguridad pública.

A todo esto hay que sumar la vigilancia racista de vecinos que se organizan en nombre del orden público. Así surgen los Zimmerman que incluso hacen caso omiso a la instrucción de la policía, como sucedió en este particular caso.

Trayvon perdió la vida no por un accidente, sino porque una persona violenta en un estado con débiles leyes de armas tuvo fácil acceso a una arma de fuego”, declaró Dan Gross, presidente de la Campaña Brady para Prevenir la Violencia con Armas de Fuego. “Es hora de hacer frente a la NRA y a los políticos que ponen la agenda del lobby de las armas por delante de la seguridad de las personas que deben representar”.

En honor a la memoria de Trayvon, los legisladores de la Florida deben recapacitar y vetar Stand Your Ground.

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