Los miedos del Presidente
El
miedo del venezolano de hoy es el mismo que experimentaron los
venezolanos en los regímenes dictatoriales y represivos de Juan Vicente Gómez y
Pérez Jiménez.
Francisco Rivero
Valera. EL UNIVERSAL
Si
el ser humano nació para ser libre, la condición natural del ser humano es
vivir en libertad.
Y
si la libertad es ausencia de miedo, el venezolano está perdiendo su libertad.
Por una sola razón: tiene miedo. Miedo a perder la vida. A salir libremente a
la calle. Miedo a disfrutar de sus éxitos. Miedo a perder su propiedad. Y miedo
a disentir y a luchar por ser libres. Camino fácil para llegar a la congelación
total, a corto plazo. Como en los países sometidos por una dictadura.
El miedo del venezolano de hoy es el mismo que
experimentaron los venezolanos en los regímenes dictatoriales y represivos de
Juan Vicente Gómez y Pérez Jiménez. La
diferencia está en que, ahora, este patético gobierno está utilizando el
miedo como estrategia política comunista para lograr la sumisión y el control
absoluto del país. Con un solo autor intelectual y material: el Presidente.
El
Presidente ha inducido el miedo entre los venezolanos de 6 maneras:
-Con
su discurso amenazante y chabacano.
-La
violación reiterativa de la Constitución
Nacional, incluyendo el control autocrático de los poderes del Estado.
-La
expropiación de la propiedad privada.
-La
tolerancia hacia la inseguridad, al hacer mutis ante la delincuencia.
-Asociación
estratégica con organizaciones delictivas, tipo narcotráfico y terrorismo.
-Y
protección de la impunidad, según denuncias públicas de exmagistrados del
Máximo Tribunal de Justicia, ¿o de injusticia?, del país.
Sin
embargo, el Presidente también sabe que el miedo es una estrategia que se agota
con el tiempo ante el deseo latente y natural del individuo de ser libre. Y que
la gente, en cualquier momento de su vida, se rebela contra la represión para
volver a luchar por su libertad. Como el
reverdecer de los árboles después de la poda. Y ya ha percibido 2 síntomas de
agotamiento de su satánica estrategia: ahora todos los venezolanos tienen la
esperanza del cambio en las elecciones del 7 de octubre, y hay un crecimiento
rápido de la oposición, unida a su candidato Capriles Radonski.
Y,
algo catastrófico para el gobierno, también ha percibido que su estrategia se
ha transformado en un boomerang, cambiando de dirección: ahora el miedo es del
Presidente y sus camaradas. Miedo a no sobrevivir a su enfermedad. Miedo a perder las elecciones. Miedo al final de su
proceso robolucionario. Y miedo a la traición.
Ante
ese miedo, que parece ser terror, acelerado por su pobre desempeño político
durante 14 años, el gobierno ha planificado la ejecución de otra estrategia
para continuar con ese clima de inseguridad, inquietud y sospecha entre los
venezolanos. Y ha echado mano a su
último recurso: la incertidumbre. Y, la incertidumbre, a través del único
recurso: la manipulación política de la enfermedad del Presidente.
El
problema es que la incertidumbre causa angustia, alto estrés y enfermedades
Psicosomáticas en el colectivo, e impulsa los deseos de buscar la solución
rápida del problema. Y el pueblo venezolano ya encontró la solución, según su
expresión popular, al decir: es mejor
caer que estar colgando, en referencia a las elecciones; o en los hoaxes de
Internet, anticipando la muerte del Presidente.
Porque,
como no hay mal que dure 100 años ni
cuerpo que lo resista, el final de la incertidumbre también está cerca: en
las elecciones del 7 de octubre.
Será
el momento histórico de vivir el triunfo de la libertad sobre el miedo.
Y de tener el país libre que todos soñamos.
Que así sea.
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