Una nota breve en Granma

Mario J. Viera

Sí, el Granma recuerda el 40 aniversario de aquella tremenda y desgarradora foto que se convirtió en el ícono favorito de los comunistas y de toda la izquierda intoxicada por el opio del marxismo-leninismo, al mostrar en toda su crueldad el horror de la guerra, una guerra siempre atacada, siempre denigrada por todo el mundo zurdo. Un valioso testimonio propagandístico.

Solo dos párrafos dedica el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba para referirse a aquella foto. Quizá los gerifaltes del poder usurpador de Cuba creen en el valor propagandístico de la foto donde se muestra a una despavorida niña vietnamita de solo nueve años que corre desnuda con su cuerpo lacerado por el napalm.

Los dos párrafos recogidos por el Granma son de una nota informativa de la EFE. Nada más, sin indagar en la historia que subyace tras la imagen pavorosa que recoge la foto del periodista vietnamita Nick Ut de la AP.

Kim Phuc junto al fotógrafo Nick Ut un año después de la famosa foto

Nada dirá el Granma del drama humano que viviera Kim Phuc, la niña del napalm, luego que el vietkong se apoderara de todo Viet Nam; silenciará los esfuerzos que en hospitales del ejército de Estados Unidos se hiciera para salvarle la vida; ocultará pudorosamente que aquella niña fue convertida en una pieza viviente de la propaganda comunista y callará la angustia de Phuc al decir: “Siempre he querido huir de ese recuerdo. Pero parece que la foto no me deja ir”.

El Granma callará la noticia de que aquella niña que estudió medicina en Cuba abandonó el comunismo para pedir asilo en Canadá y que vive actualmente en Toronto, convertida al cristianismo y que deseaba ardientemente “haber muerto en aquel ataque con mi primo, con mis soldados de Vietnam del Sur. Deseaba haber muerto en aquel tiempo para no sufrir así más... era muy difícil para mí soportar toda esa carga con aquel odio, ira y amargura” que los comunistas trataban de influirle.

Hoy, la niña del napalm ha renegado de los comunistas y disfruta de la libertad ─ que no conocen los cubanos ─ en las tierras libres del Canadá.