El
chavismo es puro engaño
Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
Puedes
engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. Abraham Lincoln.
Engañar
es mentir.
Es
ocultar la verdad. Es manipular con mentiras la fe de otra persona. Es
menospreciar la inteligencia del otro. Es crear falsas expectativas que le
permitan al mentiroso salirse con la suya, en función de sus propios intereses.
Y, al final, es infundir la necesidad en el colectivo de vivir de ilusiones.
El
engaño es como un espejismo en el desierto. Es una trampa.
El
mentiroso es tramposo. Y su relación con el engañado es proporcional con el
tiempo: a mayor tiempo, mayor acostumbramiento y mayor autoengaño. La gente
termina acostumbrada al engaño, cerrando los ojos a la realidad por ser más
cómodo y grato aceptar la mentira. Gessen.
La
primera vez que te engañen, es culpa de otro. Pero, la segunda es culpa tuya.
Proverbio chino.
Engañan
a la pareja, al familiar, al amigo. O al colectivo, como los malos gobiernos
que engañan a su pueblo de manera intencional. Pero, al final, en el tiempo, la
mentira siempre se descubre.
He
visto gobiernos que han practicado el engaño ocasional como estrategia política.
Y han sido descubiertos. Hoy tenemos un régimen inédito en Venezuela: su única
estratégica política para controlar a todo el país es el engaño. Y ya ha sido
descubierto.
Este
régimen chavista tiene 14 años gobernando a Venezuela a fuerza de mentiras. Es
un régimen atípico por lo mitómano. Ha mentido tanto que ya se le están
agotando los argumentos, y está entrado en la fase de reciclaje del engaño. O
sea, usando las mismas mentiras para justificar otras. Como sus metidas de
pata: son culpa de otros, la oposición o el capitalismo salvaje. Y manipula con
cinismo.
Una
lista de todos los engaños de este gobierno mitómano es imposible, llenaría
todos los espacios del diario El Universal.
Es
posible una síntesis muy breve, solo para recordar.
Comenzó
mintiendo en la campaña electoral de 1998 en 3 compromisos claves: entregar el
poder a los 5 años o antes, respetar la propiedad privada y respetar los medios
de comunicación. De paso, rechazó la dictadura en Cuba. Video Univisión.
Luego
continuó con la reforma de la Constitución, el secuestro de la autonomía de los
poderes del Estado, como autócrata; tolerancia a la corrupción en la pudrición
de alimentos de Pudreval, la estafa al fondo de pensiones de los jubilados de
Pdvsa, y demás. Ahora engaña con su enfermedad y la infiltración del
narcotráfico en el Poder Judicial y Fuerza Armada. Aponte Aponte.
Pero,
lo inaudito es que, a pesar de tanto engaño descubierto, este Gobierno continúa
arruinando al país. Con apoyo de algunos venezolanos que todavía creen en su
mitomanía, autoengañados, o sea: cerrando los ojos ante un espejismo de
mentiras repetitivas. O por masoquismo. O por problemas en las neuronas que
inducen a la utilización incorrecta del coeficiente intelectual, ignorando que
el chavismo engañó a todo el mundo en la campaña electoral de 1998, y continúa
mintiendo, a pesar del descubrimiento de su farsa.
Y
no ha podido engañar a todo el mundo todo el tiempo, porque la verdad es hija
del tiempo, no de la autoridad. Bacon.
Pero
nada dura para siempre, salvo Dios.
Y
hoy Dios ofrece su tiempo perfecto a todos los venezolanos, para arrasar ese
engaño en las elecciones del 7 de octubre.
Y
lograr el renacer de la verdad y la democracia en Venezuela.
Que
así sea.