Armando González. EL NUEVO HERALD
Durante las últimas tres semanas, hemos estado sumergidos en la cobertura del trágico incidente en Sanford, Florida, que resultó en la muerte de Trayvon Martin, un joven de 17 años residente de Miami-Dade County a manos de George Zimmerman, residente de Sanford y miembro de un grupo de vecinos constituido en vigilantes de su vecindario.
Por razones que aún están siendo investigadas, Martin y Zimmerman terminaron en una pelea. Zimmerman usó el revólver que portaba e hirió, fatalmente, a Martin, quien estaba desarmado. La policía de Sanford bajo las órdenes de su jefe, Bill Lee, no arrestó a Zimmerman aduciendo una ley de la Florida llamada “Stand Your Ground” que ofrece protección legal para autodefensa.
La explosión ciudadana no se hizo esperar. Y la actuación del Jefe de Policía Bill Lee de no tomar acción alguna le añadió leña al fuego. El Consejo Municipal de Sanford emitió una “decisión de no-confianza” en Lee y éste renunció a su posición y se desapareció de la escena.
En este punto, el gobernador Rick Scott y la Procuradora General Pam Bondi tomaron responsabilidad por el caso y nombraron a la fiscal estatal Angela Corey como Fiscal Especial para el caso. Esta fue una decisión crítica para remover las sospechas de parcialidad que, inevitablemente, surgieron dada la pobre actividad inicial de las autoridades en Sanford.
Una vez tomadas estas decisiones por el Gobernador Scott y la Procuradora Bondi, el estado de la Florida ha encaminado el caso dentro del sistema americano de justicia. La fiscal Angela Corey procederá con la investigación. A su criterio, los resultados podrán ser presentados a un Gran Jurado quien dictaminará si el proceso tiene fundamentos para juicio. Este tratamiento será consistente con el sistema legal del estado y el sistema federal de justicia.
La integridad del sistema y la integridad del proceso serán los garantes de un resultado honesto y equitativo. Y, si somos realmente afortunados, quizás logremos que una mal concebida ley, Stand Your Ground, desaparezca del código legal del estado.
Pero si bien es cierto que hemos estado sumergidos en cobertura del caso Martin-Zimmerman, hemos recibido muy poca información sobre las actividades de los grupos militantes que tratan de aprovecharse de las circunstancias para favorecer sus causas.
El más egregio de estos casos es el de The New Black Panther Party (El Nuevo Partido Panteras Negras). Hace algo más de una semana, en un acto en Sanford, Mikhail Muhammad, el líder del New Black Panther Party, ofreció una recompensa de $10,000 por George Zimmerman. “Ojo por ojo, diente por diente” fue la breve explicación ofrecida por Muhammad. El New Black Panther Party está promoviendo la movilización de 10,000 afroamericanos para capturar a George Zimmerman y dicen que están recibiendo donaciones de figuras afroamericanas de la farándula y los deportes y planean recaudar un millón de dólares según información del Orlando Sun Sentinel.
Piensen en esto los lectores: las autoridades del estado aún no han emitido una orden de detención por George Zimmerman, pero el New Black Panther Party ha ofrecido $10,000 por su captura y entrega al Black Panther Party!! O sea, un secuestro y entrega a una entidad sin credenciales legales por alguien que aún no ha sido reclamado por la justicia.
Esto está sucediendo aun cuando el estado de la Florida ha encaminado el proceso legal que procesará a George Zimmerman y a quienquiera que sea identificado como posible participante en la muerte de Trayvon Martin. Ese es el sistema legal de justicia en Estados Unidos. El New Black Panther Party ha anunciado una recompensa por el secuestro de George Zimmerman y su entrega a los líderes del New Black Panther Party.
Y ante todo esto: ¿Qué ha dicho el Secretario de Justicia Eric Holder? ¿Qué ha dicho el Presidente Obama? ¿Es que acaso le temen a los Black Panthers? ¿O quizás le temen, más aún, al daño que los Black Panthers puedan causarle a las aspiraciones de reelección de Obama en la comunidad afroamericana?
Estas son las ocasiones donde los líderes deben justificar y probar su liderazgo. Permanecer en silencio mientras la ciudadanía atraviesa momentos muy difíciles es la postura de los que no tienen las agallas que el liderazgo requiere.
Veamos cómo nos cumplen.
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