Tuesday, April 10, 2012

Pasión por sobrevivir

Paula Vásquez. TAL CUAL DIGITAL

Nos toca pues vivir la pasión del presidente Chávez. El líder venezolano se instituye como una instancia de evangelización, él no es sólo un feligrés de la iglesia católica sino que habla en nombre de Cristo. La misa de Barinas quedará como un caso de escuela para los que quieran entender la religiosidad de la revolución bolivariana. El sacerdote, después de invocar al Espíritu Santo, elevó una plegaria para que el señor Dios la escuche.

 Cuando dijo "sólo Dios es santo y todopoderoso" pareciera haberle lanzado un recordatorio a quien se propone ocupar un lugar místico. El sacerdote recordó pues que el presidente Chávez está más bien para que recen por él, no está ahorita para salvar a los demás. Claro, que como siempre en el juego de manipulación de las imágenes cristianas, salvándose él salva a la revolución y al pueblo.

 La plegaria especialmente hecha para la misa de acción de gracias por la salud del presidente invocaba a Dios "para que toque al comandante presidente con sus manos benditas y sanadoras, renueve su cuerpo, retire de él todo rastro de enfermedad y dolencia, limpie su cuerpo de toda célula maligna". La enfermedad del presidente no se mueve en la esfera pública y privada sino también en la esfera religiosa, hay que rezar por él ante las pantallas de televisión.

 Al presidente le ha costado construirse como sobreviviente. No puede decirse que sea un sobreviviente del 4 de febrero de 1992 porque el grupo que comandaba se rindió en el Museo Militar. De ese acontecimiento no salió precisamente un héroe. Ni siquiera de los acontecimientos del 11 de abril de 2002 puede decirse que sea un sobreviviente. Más bien debe la vida, debe la dignidad a los que lo protegieron, pero él no lucho por su vida. El caso es que los sobrevivientes, cuando toman el poder, siempre quieren tener el peligro a distancia; por todos los medios buscan protegerse. El peligro está en todas partes, las amenazas de atentado permanentes. Esa ha sido la tónica de estos últimos años.

 Pero lo que pasa es, que, como lo recuerda Elías Canetti en su ensayo clásico Masa y poder, "los soberanos terrestres tiene la tarea menos fácil que Dios. No están allí para la eternidad; sus súbditos saben que sus días también están contados." El peligro que enfrenta ahora el presidente es de la enfermedad. Ha logrado que sus súbditos lo obedezcan pero sus células no. El sentimiento de peligro no lo abandona nunca.

 Todavía no puede llamarse sobreviviente porque no ha ganado la batalla. Sus lágrimas y las de su familia muestran que tiene miedo, que están en el medio de la pelea y no puede declararse vencedor. Buscando en la religión, en su propia interpretación de la religión, la fuerza para sobrevivir, buscando consolidar el proceso de hacerse sobreviviente que lo entronice en el poder, así pasa el tiempo el líder que quiere ser un sobreviviente pero todavía no lo es. Son en efecto la naturaleza y la ciencia las que tendrán la última palabra.

No comments:

Post a Comment