Mario J. Viera
Estas Primarias republicanas tienen la apariencia de una montaña rusa, ahora abajo, ahora arriba, ahora desciendes velozmente, ahora vas subiendo cuesta arriba. Mitt Romney parecía ser el favorito estrella para la nominación pero da la impresión que alguien con más arraigo entre los plus conservadores del GOP le va dejando atrás. Contra todo pronóstico Santorum, el santurrón republicano, comienza a levantar pista; al menos así lo demuestra una reciente encuesta del Pew Research Center.
Si en enero, Rick Santorum se encontraba debajo de Romney por 17 puntos porcentuales y 2% por debajo de Newt Gingrich ahora se coloca con el 30% de la intención del voto republicano, 2% por encima de Romney y 13% por arriba de Gingrich. Comienza a brillar su estrella.
La preferencia de los tea-partisanos y los evangelistas blancos republicanos favorecen a Santorum con un 42% de las preferencias del Tea Party; mientras que los republicanos no tea-partisanos favorecen 34% a favor de Romney contra 19% a favor de Santorum y entre los republicanos moderados esas preferencias son prácticamente las mismas.
En otra encuesta conducida por CBS y el New York Times se repite el mismo patrón ─ 30% a favor de Santorum contra 27% para Romney ─. Los próximos encuentros se realizarán en Arizona y en Michigan. Michigan parece favorable a Romney por lo que un triunfo de Santorum en ese estado industrial será funesto para las aspiraciones de Romney.
Tal vez los últimos resultados favorables para Santorum ─ ganó lo estados de Colorado, Minnesota y Misuri el 7 de febrero ─ hayan sido promovidos por el debate planteado por la Iglesia católica en relación con los seguros que dan cobertura a los anticonceptivos, y control de la natalidad con el alegato de que la medida constituye un atentado contra la libertad religiosa.
Hasta el momento Romney supera a Santorum en 54 delegados con un total de 98 de los 1 144 requeridos para ganar la nominación a la candidatura presidencial. En cuanto a Gingrich que ha ido perdiendo terreno desde su triunfo en Carolina del Sur, Santorum le supera en 12 delegados.
Sin embargo aún queda mucho camino por recorrer. Gingrich ha asegurado que no abandonará la competencia, Romney todavía se siente seguro, Santorum casi le muerde los talones. Tal vez al final, ¡quién lo puede adivinar!, sobre el ring quedarán el más conservador de los conservadores mojigatos Rick Santorum y el tal vez y supuesto moderado, Mitt Romney. Pero nada se puede vaticinar en este combate de políticos mediocres; no hay que olvidar el dicho que afirma no van lejos los de adelante si los de atrás corren más.
Por supuesto Rick Santorum confía en el Poder Supremo, en la Gracia de Dios: “Gracias a Dios por darnos la gracia de la perseverancia”, reverencia Santorum, ¿quizá sea él el nuevo David ungido por el Tío Samuel por encargo de la Divinidad para traernos el reino de la paz, del amor que no sea entre personas del mismo sexo, de la educación en casita por maestros de la Ley? ¡Quién sabe! Los designios del Señor son inescrutables.
De lo que no caben dudas es que a estas alturas del debate hay dos fuerzas que se enfrentan dentro del Grand Old Party, la fuerza de los conservadores moderados que apoyan a Romney y la fuerza del Tea Party que se decanta principalmente por Santorum. Al final se verá cuál es la tendencia predominante dentro del Partido Republicano.
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