Mario J. Viera
Muy pocas veces estoy de acuerdo con algún pronunciamiento de la congresista Ileana Ros-Lehtinen; pero ahora comparto plenamente con el pedido que le hace al presidente Barack Obama. El castrismo no puede ser admitido en la tribuna de la Cumbre de las Américas.
“Cuba ─ declaró Ileana ─ no tiene derecho a participar en esa cumbre porque no es miembro de la OEA y no cumple con los criterios básicos para serlo”. Haciendo la omisión de confundir a Cuba con el castrismo suscribo plenamente su opinión. El castrismo, un gobierno usurpador de la soberanía cubana, no solo no cumple con los criterios básicos para ser miembro de la OEA sino tampoco los requisitos indispensables para participar con voz y voto en la Asamblea General de las Naciones Unidas; no reúne los requisitos mínimos para formar parte del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU donde supuestamente sus miembros son ─ según se plantea en la página web del Consejo ─ “responsables del fortalecimiento de la promoción y la protección de los derechos humanos en el mundo”.
Plena razón tenía Andrés Oppenheimer cuando expresara en un artículo sobre la ONU y los derechos humanos que “la ONU actúa muchas veces como una sociedad de protección mutua de las peores dictaduras del mundo, porque regímenes totalitarios como los de Cuba, Corea del Norte o Irán ofrecen su apoyo diplomático a otros países en otras comisiones a cambio de ser electos en las comisiones de derechos humanos o civiles, donde pueden frenar las investigaciones en su contra”.
Si el gobierno castrista ya ocupa inmerecidamente asiento en foros internacionales no hay razón para admitirle también en la Cumbre de las Américas donde por su condición de gobierno totalitario ha sido excluido.
Según El Nuevo Herald, Ileana Ros denunció que la “campaña para la inclusión de Cuba en la Cumbre de las Américas está siendo liderada por los tiranos regionales” pretendiendo que la cita no gire en torno a “los abusos a los derechos humanos y la represión de la democracia”. No puede permitirse que los regímenes del Socialismo del siglo XXI secuestren las tribunas de la Cumbre de las Américas como casi ya han hecho con la OEA.
Así lo dejó expresado Ros-Lehtinen: “Las naciones responsables en nuestro continente debemos estar unidas del lado de la democracia y no permitir que estos tiranos secuestren la cumbre para sus propios fines, que son contrarios a los valores de la Carta Democrática Interamericana”
Estados Unidos debe dejar bien clara su posición de rechazo a la participación de Raúl Castro en la cumbre interamericana y exponer firmemente su opinión al gobierno de Colombia en caso de que este país ─ que será anfitrión de la Cumbre ─ decida cursarle la invitación al usurpador sustituto del gobierno de Cuba.
Estados Unidos debe ser tajante en el rechazo a las provocaciones del grupo de países de ALBA que amenazan con boicotear el encuentro si los tiranos de Cuba no son invitados a participar en el mismo. Si los de ALBA, en rechazo a la no invitación al castrismo se niegan a participar en la Cumbre, tanto mejor, ellos, Chávez, Correa, Evo, Daniel Ortega no son representantes de la democracia y escasamente cumplen con los requisitos para ser, ellos mismos, participantes de la Cumbre de las Américas. Ellos también debieran ser excluidos de la Cumbre.
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