Wednesday, February 8, 2012

Romney, Gingrich, Obama y Roosevelt

Guillermo Descalzi
R con R, Roosevelt con Romney, y Gingrich, y también con Obama. Romney con una sola frase suya tras la primaria de Florida desató una tormenta de crítica conservadora y liberal. “I am not concerned about the very poor”, esa es la frase, que no le preocupa la situación de los muy pobres. Los demócratas critican la desconexión con el común de las gentes que esa frase revela. No es el “si no tienen pan que coman torta” atribuido a María Antonieta, pero se parece. Romney salió rápido a aclarar lo que dijo. “Para ellos hay una red de contención”, explicó, “si la red tiene huecos, la remendaré”.
Su declaración, la de su falta de preocupación por los pobres, la condenan los demócratas por falta de humanidad. La aclaración a su declaración, lo de remendar la red de contención, es condenada por una derecha para la cual la red de contención social es parte del socialismo que ha avanzado con cada demócrata en la Casa Blanca desde Franklin Roosevelt. La red de contención, según los muy conservadores, es responsable por la pereza y desidia de los pobres. Les quita incentivo para esforzarse y trabajar, dicen. Critican a Romney no solo por su aceptación tácita de esa red sino, más aún, por querer remendar algo que según ellos ayuda a mantener a los pobres en su pobreza.
Lo de la red de contención pone de relieve también la relación de Newt Gingrich con el creador de la red, Roosevelt. Gingrich se ha declarado repetidamente admirador de Roosevelt. Los republicanos van a tener que elegir entre un aparente apóstata del credo conservador, Romney, y un conservador de ideas muy mezcladas, impuro, Gingrich. Resulta irónico, recordando eso de si no tienen pan que coman torta, que ahora Romney y Gingrich tengan que comerse sus palabras.
También es irónico que Gingrich apele al resentimiento popular al mismo tiempo que se presenta como defensor de la riqueza y el capital. No ve la contradicción. Es experto en el ataque. No sabe perder. No lo supo en su discurso de ‘no-concesión’ tras la victoria de Romney en Florida. No lo felicitó. Tampoco tras la primaria de Nevada. Parece vivir en una realidad diferente, en la que su derrota no existe. En su discurso de ‘no-concesión’ describió en detalle su primer día en la oficina oval. Fue bastante extraño.
Aunque por distintos motivos, Romney, el de los muy pobres y la red de contención, y Gingrich, el admirador de Roosevelt, ambos parecen extrañamente desconectados de la realidad. Viven en un mundo de caricaturas a las cuales les dan vida ante un público al que se las presentan y menean como capotes rojos en ruedo electoral. Utilizan caricaturas para convencer a la gente a votar por ellos. Son caricaturas que van a costar caro al republicano en noviembre.
Obama, mientras tanto, sufre su propia versión de desconexión de la realidad. Lo que le va a costar caro a Obama en noviembre es lo que hizo y no hizo tras su elección en el 2008, la tibieza de su gobierno. El dilema demócrata lo describe un lector, escribiendo como Pabenmarco en la edición electrónica de El Nuevo Herald. “Pobre Obama”, dice. “En realidad lo que hay es un racismo encubierto y tenaz en su contra. En el fondo no es más que eso, racismo. Solamente por eso votaría por él. Hasta acepto que no sea bueno, pero el problema es que los candidatos republicanos serían peores. Piensen bien a quien le van a dar sus votos. Amén”.
Obama tiene su problema con Roosevelt. Obama no es un Roosevelt, ese es el problema. El electorado había anticipado una presidencia de Obama tan transformadora como la de FDR. Quienes votaron por él están muy desilusionados. El legado de Roosevelt en esta elección, aunque por distintos motivos, es difícil para todos. Ha durado de depresión a depresión, de la de 1928 a la de hoy. Su legado está en crisis. La red de contención social que instaló, ampliada por Lyndon Johnson, puede acabar como telaraña atrapándonos a todos.
Los demócratas quieren remozar y fortalecer la red. Obama la está ampliando con su reforma médica. Los republicanos quieren desarmarla para dejar paso a algo nuevo. La red social es una de las cosas en juego en esta elección. El New Deal ha durado bastante. Hoy presenta problemas, aunque de distintas maneras y por distintos motivos, para todos y cada uno de los candidatos, y para toda la población también. Si gana Obama, se queda con la red de Roosevelt, con su propia reforma médica y todo lo demás. Bye bye reforma si ganan Romney o Gingrich, y se encoge la red.

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