Luis Herrería Bonnet. EL DIARIO.ec
A un grupo de estos ejemplares nefastos para la humanidad, pertenecen quienes demuestran reciedumbre ante todo lo que se opone a sus dogmáticos caprichos. Otro es el grupo en los que se ubican los que tan solo reflejan la inmensa estupidez que se anida en sus desarticuladas mentes, siendo meros imitadores de los que consideran maestros en el arte del engaño. El común denominador para ambos grupos es la furia satánica que los impele a instrumentar los actos más descabellados con tal de permanecer en el poder, que aun cuando ya les resulta esquivo por el tiempo y las tropelías cometidas, sin embargo realizan todas las mañoserías inimaginables para que los pueblos no recobren la dignidad perdida.
El caso que motiva nuestro comentario hace relación con las masacres que están practicando a diario los sayones del genocida presidente de Siria, Bashar-al Assad, quien es heredero de un régimen que gobierna desde 1963, a través del partido Baaz, manteniendo este sojuzgamiento con los asesinatos en cadena, que se han incrementado en los últimos años, porque una onda democrática recorre el Medio Oriente y nada ni nadie podrá impedir que se convierta en la redención de estos pueblos.
La Liga Árabe, organización de 23 países, con orígenes de lengua y religión, creada en 1945, suspendió la comisión de observadores que enviaron a la satrapía siria, con resultados infructuosos ante la arremetida sin tregua de los soldados adeptos al régimen en contra de los ciudadanos indefensos, por lo que elevaron un informe ante las Naciones Unidas sobre la brutalidad ejercida por quienes más temprano que tarde podrían correr el mismo destino de Gadafi en Libia.
La O.N.U. se hizo eco del informe presentado y resolvió solicitar la salida del poder de Assad, lo que ha sido impedido no por los votos de los estúpidos imitadores de los recios dogmáticos, sino por la posición de Rusia, quien con su voto en el Consejo Permanente de Seguridad de las Naciones Unidas, niega la posibilidad de parar el funcionamiento de esa “máquina de matar” del gobierno sirio.
Tras la negativa rusa se encuentran dos motivos relevantes: el uno, actual; el otro, histórico. El primero está relacionado con los miles de millones de dólares por la venta de armamentos a Siria. El otro atañe al despotismo y baños de sangre que constituyen una constante histórica: desde los Zares que justificaban su barbarie en versión teológica, pasando por la “Nomenklatura” que asesinó y encarceló en nombre de los proletarios, hasta la actual mafia que ayuda a financiar la matanza de chechenios..
No comments:
Post a Comment