Thursday, February 9, 2012

La indignidad desfila por la Calle G

José Antonio Fornaris
LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org -En dos ocasiones diferentes, los días 3 y 4 de este mes, funcionarios y empleados del gobierno de Venezuela, desfilaron por la Calle G, o Avenida de los Presidentes, en la capital cubana, para conmemorar el vigésimo aniversario de la intentona golpista que el entonces teniente coronel del ejército venezolano, Hugo Rafael Chávez Frías, dirigió contra el presidente democráticamente electo Carlos Andrés Pérez.
La indigna caminata concluyó en el monumento a Simón Bolívar, donde el embajador venezolano pronunció un discurso. Ninguna referencia hizo ese hombre acerca de las casi cien vidas de militares y civiles que costó ese asalto armado de gente que había jurado lealtad a la patria y a sus instituciones.
Los medios de difusión en la isla, todos estatales, dieron amplia cobertura al evento. Todo dentro de la cuerda oficial del gobierno venezolano, que presenta aquella cruenta aventura castrense como una “rebelión cívico-militar”.
En la provincia de Holguín, al siguiente día, domingo, la policía política detuvo a varias mujeres, integrantes del Movimiento Damas de Blanco “Laura Pollán” que intentaban participar en una misa.
El régimen de los Castro tiene esas características. Al mismo tiempo que permite que extranjeros utilicen nuestras calles para propagandizar su demagogia y mentiras, como si con las domésticas ya no fuera suficiente, maltrata, persigue y encarcela a los cubanos que, de manera pacífica, exteriorizan su inconformidad con el “orden” de miseria material y espiritual reinante en Cuba.
La autorización a los venezolanos chavistas a denigrar nuestra soberanía celebrando en nuestras calles el aniversario de un crimen bochornoso, es una muestra de que el cinismo gubernamental en Cuba ya perdió todo tipo de límites.
La justificación de Fidel Castro para organizar el asalto, en 1953, a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, fue el golpe de estado perpetrado por el general Fulgencio Batista.  La insurrección que luego comandó y que llegó al poder en 1959, también tuvo su justificación primaria en el mismo hecho.
Durante decenios se les ha estado diciendo a generaciones de cubanos que el crimen de Batista fue horrendo porque violó la Constitución y el orden democrático establecido. Sin embargo, el golpe de estado de Batista fue incruento, y el que intentó dar Hugo Chávez costó muchas vidas de venezolanos. Pero, de acuerdo a la óptica de los gobernantes cubanos, eso fue algo heroico y magnífico.
José Martí escribió el 2 de febrero de 1885, que “es ley que todo lo que degenera se hace crítico y, y luego pasa a cínico”. Lo de este febrero en la Avenida de los Presidentes de la barriada habanera del Vedado, demuestra que esa ley es válida para todos los tiempos.

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