El debut de Romney
Andrés Oppenheimer.
EL NUEVO HERALD
Si
el primer discurso importante del virtual candidato republicano Mitt Romney
ante una audiencia hispana en esta campaña electoral fue una indicación de su
estrategia para ganar votantes latinos, entonces está en problemas.
Durante
su discurso del 23 de mayo, dirigido a la Coalición Latina, un grupo de
pequeños comerciantes hispanos, Romney no mencionó ni una vez la palabra
“inmigración”, según el texto de su discurso publicado en el sitio web de The
Washington Post. En cambio, dedicó todo su discurso a sus planes de revivir la
economía y mejorar los estándares educativos.
Tras
el discurso, los estrategas demócratas señalaron que Romney está tratando de
desviar la atención de las posturas extremas contra la inmigración que adoptó
durante las primarias.
Durante
los últimos meses, en su afán de ganar el voto de los republicanos
conservadores, Romney propuso replicar a nivel nacional la draconiana ley
inmigratoria de Arizona, y pidió la “autodeportación” de los inmigrantes
ilegales. Muchos latinos interpretaron esta última propuesta como un plan para
hacerle la vida imposible a los hispanos indocumentados, que podría conducir al
acoso de todos los hispanos, independientemente de su estatus legal.
Además,
Romney se ha opuesto al “Dream Act”, una ley respaldada por la administración
de Obama que ofrecería una vía de legalización a un gran número de estudiantes
universitarios indocumentados a quienes sus padres trajeron al país de muy
chicos.
El voto hispano
Según
una nueva encuesta de votantes latinos realizada por NBC/Wall Street
Journal/Telemundo, el 61 por ciento de los hispanos planea votar por Obama en
noviembre, mientras sólo el 27 por ciento piensa votar por Romney.
En
comparación, el ex candidato republicano, el senador John McCain, conquistó el
31 por ciento del voto hispano en las elecciones del 2008, y el ex presidente
George W Bush obtuvo el 40 por ciento del voto hispano en el 2004.
Los
asesores de Romney parecen creer que su candidato puede ganar en noviembre
manteniendo su actual retórica antiinmigratoria ante audiencias conservadoras,
y centrándose en la economía ante audiencias latinas.
Dicen
que las encuestas nacionales de votantes hispanos — tal como la de NBC/Wall
Street Journal/Telemundo — no significan nada, porque reflejan principalmente
la enorme población hispana de estados como California y Nueva York, que de
todas maneras votarán por Obama. Lo que importa son las encuestas de estados
indecisos como Florida y Arizona, y a Romney le va bien en esos estados, dicen
los republicanos.
Cuando
le pregunté si Romney ignorará el tema de la inmigración, el vocero de la
campaña de Romney, Alberto Martínez, me dijo que “los hispanos no votan
solamente basándose en el tema inmigración. Una encuesta tras otra revela que
los empleos y la economía serán los temas más importantes para los votantes
hispanos en noviembre”.
Y
Martínez agregó: “Como todos los norteamericanos, los hispanos votarán basados
en su percepción de quién es el más adecuado para levantar la economía y crear
empleos, y por eso confiamos en que el gobernador Romney conquistará un
respaldo considerable”.
Además
de concentrarse en la economía, los Super PACS (comités de acción política)
republicanos probablemente tratarán de debilitar el apoyo latino a Obama en los
estados indecisos mediante propaganda televisiva que atacará a Obama por
deportar un número record de latinos indocumentados, cosa que es cierta, y por
no cumplir con su promesa de campaña de aprobar una reforma integral de la ley
de inmigración.
Así,
los estrategas republicanos esperan reducir el voto latino a favor Obama en los
estados indecisos, y lograr que muchos hispanos se queden en su casa el día de
las elecciones, dicen los estrategas demócratas.
El factor emocional
Mi
opinión: si las elecciones fueran decididas por razones puramente racionales, y
por los temas que figuran en las encuestas como los más importantes para los
votantes, Romney podría ganar. Las encuestas muestran que los votantes hispanos
están más preocupados por la economía y la educación que por la inmigración.
Pero
las elecciones muchas veces se deciden por factores emocionales, y el hecho es
que Romney ha alienado a muchos hispanos con sus discursos contra los
“ilegales”, que muchas veces suenan como descalificatorios de todos los
hispanos.
Un
gran número de latinos no le creen a Romney cuando dice que es un fuerte
partidario de la inmigración “legal” y que tan sólo se opone a la inmigración
“ilegal”, porque se trata de un argumento tramposo.
Bajo
el sistema actual, es muy difícil para un extranjero conseguir la residencia
legal en Estados Unidos, y Romney se ha opuesto a una reforma inmigratoria que
aumentaría el número de visas para adaptarlas a las necesidades del mercado
laboral estadounidense.
La
estrategia de Romney de tratar de solucionar su problema con los hispanos
ignorando el tema de la inmigración no funcionará. Si quiere ganar más votos
latinos, deberá no solo abordar el tema de frente, sino también moderar sus
drásticas posturas sobre el “Dream Act”, y sobre la inmigración en general.
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