Sunday, May 20, 2012


Honduras: Antes y después de Villatoro

Benjamín Santos. LA TRIBUNA

Toda la comunidad nacional ha llorado la muerte trágica de Alfredo Villatoro. Las razones  son diversas, pero todas pasan por  la vinculación afectiva y profesional de Villatoro con  la gente.  Ese sentimiento, que fue claro en el caso de  Alfredo, se extiende a otros comunicadores sociales a quienes  el pueblo reconoce  liderazgo en la labor informativa, en el análisis de  los problemas nacionales y en la denuncia de lo que no anda bien. Por algo los medios de comunicación y las iglesias despiertan  el mayor nivel  de credibilidad  en la población.

Nada se puede agregar al homenaje  que todos los sectores sociales han tributado al periodista muerto. En mi caso dos veces tuve la oportunidad de compartir con Ángel Alfredo la cabina de  HRN, la primera vez fue  para abordar temas cívicos  en el mes de la patria hacía ya varios años.  La segunda vez fue hace pocos días para  analizar durante una hora  el tema de los partidos políticos y especialmente la historia de la Democracia Cristiana en Honduras. Pude valorar  su agilidad en el manejo de la entrevista, la profundidad de sus enfoques, pero además su calidad humana. Estuvo presente también Mario  Orlando Mendoza,  a quien no había conocido antes, aunque me era familiar su voz y su trabajo periodístico.

Hay casos en la historia en que la muerte de un  comunicador social  con liderazgo suficiente, ha provocado un vuelco en la realidad de un pueblo. Recordamos el caso de don  Pedro  Joaquín Chamorro, propietario de Diario La Prensa de Managua, cuyo asesinato en 1979 aceleró la caída de la dictadura somocista y posteriormente empujó a su viuda  hasta convertirla en presidenta de Nicaragua. En Honduras no hay dictaduras en la situación de acaparar el odio de toda la sociedad, pero hay un sistema  político-social y económico  que genera cada vez más la inconformidad de la gente. Por supuesto que es más fácil mover al pueblo cuando se puede señalar a una persona como la causa de todos sus males que cuando se señala a un sistema integrado por una diversidad de instituciones y procesos.

Sería ingenuo creer que la muerte de Alfredo Villatoro va a provocar  una reacción  popular  como se generó con la muerte de Chamorro, porque  este caso se produjo en  un ambiente pre-revolucionario cuya dinámica contribuyó a acelerar. Sin embargo podemos  apuntar que   la muerte del periodista ha empujado un poco más  hacia el colmo la  situación de inseguridad que se vive en Honduras y sus consecuencias se verán a corto plazo. Podemos enumerar algunas sin pretensión de astrólogo u oráculo:

1- Con la muerte de Alfredo se tocó la empresa más grande  y más antigua de  la  radiodifusión en Honduras.  El crimen está llegando a los centros de poder  psico-social del país y quién sabe si los siguientes pasos serán orientados a las élites económicas y políticas.   Primero le perdieron  la admiración, después el respeto y finalmente el miedo  a los centros de poder.

2- El sistema de justicia  con sus diversas instituciones  ha quedado mal una vez más  en su objetivo principal, la persecución del delito.  Siete días estuvo secuestrado el periodista   y ninguna autoridad fue capaz de encontrar una pista para su liberación. Más  bien el mal  manejo de las noticias enviados por los delincuentes   para viabilizar la negociación en el sentido de que  su víctima se encontraba vivo, precipitó la muerte de Villatoro sin que con esto queramos culpar  a nadie, porque  la situación de tensión  requería  alguna noticia positiva para calmar la angustia colectiva.

3- Se quiera o no los periodistas se cuidarán mucho más, ojalá que no se llegue a la autocensura por temor. Quién  sabe si el análisis crítico y la denuncia  que han convertido a los medios de comunicación en la única oposición, aunque sin  pretenderlo, vayan a sufrir un eclipse momentáneo por ser las actividades que más  roncha levantan  en la delicada epidermis de  los delincuentes. 

4- El actual gobierno, que llegó al poder con el lema de Trabajo y Seguridad, por lo visto con el caso de Alfredo se irá sin haber cumplido  su promesa más importante.  Mucho más podría decirse, pero se acabó el espacio.  Adiós.

No comments:

Post a Comment