Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
Todos los chavistas están cortados con la misma tijera. Y con el mismo patrón: Chávez.
Y todos navegan en el mismo barco que se hunde, como el Titanic, por 2 causas inevitables: 7 pecados capitales y decadencia política.
Los 7 pecados capitales del chavismo pueden ser identificados por cualquier venezolano de mediana inteligencia. Y por cualquier chavista que haya saltado la talanquera.
Y serían: el comunismo, la prepotencia, el cinismo, la inmoralidad, la corrupción, la manipulación y, la ñapa: el liderazgo monolítico.
Ejemplos sobran como arroz picao.
Verbigracia: ¿cómo se llama esa política de expropiar cuanta empresa refleje plena producción, y de arrasar la propiedad privada para lograr el control absoluto; y de atacar públicamente a la Iglesia católica, según el principio filosófico: la religión es el opio de los pueblos? Respuesta: comunismo.
¿Y el abuso presidencial al usar los medios de comunicación con kilométricas cadenas nacionales y ofensivos programas de televisión hechos a su medida; y la violación sistemática de la constitución y del Estado de derecho, y el grito pelao del Presidente diciendo: exprópiese? Prepotencia.
¿Y cómo se llama esa retahíla de mentiras dichas por Chávez desde 1998, repetidas infinitas veces, como mitómano; y su sensible reacción ante el comentario de la diputada de la Asamblea Nacional sobre: robar al expropiar sin pagar es lo mismo; y de sus insultos públicos a las personas que no están de acuerdo con sus metidas de pata? Cinismo.
¿Y la tolerancia e incitación al robo, si es necesario; a la invasión de la propiedad privada, al vandalismo contra la universidad y otras instituciones; a la impunidad, al fomento del lenguaje chabacano con el uso de frases denigrantes que no se mencionan, por censura? Inmoralidad.
¿Y los maletines de Antonini, los millones de toneladas de alimentos podridos en Pdval, la estafa de 570 millones de dólares y 800 millones de bolívares al Fondo de pensiones de Pdvsa, y el manejo inauditable de las finanzas de la nación? Corrupción.
¿Y las cifras increíbles de la memoria y cuenta del Presidente y sus ministros, de la inflación, desempleo, índices de violencia, niveles de pobreza, relación con países terroristas y otras? Manipulación.
¿Y, la ñapa, único líder, imprescindible, omnipotente, infalible y eterno: Chávez? Liderazgo monolítico.
O sea: si con un pecado mortal existe la amenaza de condenación eterna, con 7 pecados capitales en combo con la decadencia política no existe salvación para el chavismo en esta vida ni en la otra y, mucho menos, en las elecciones del 2012.
Y, además, otra causa acelera el hundimiento del Titanic chavista: decadencia política por ineficiencia y agotamiento.
Lejos quedaron aquellos tiempos de apoyo popular a Chávez, sobre el 70%. Ahora, si acaso, llega a un 40 y pico por ciento y dividido en 3 grupos.
Un pequeño grupo de chavistas radicales que ocupan los niveles más altos del Gobierno.
Un segundo grupo muy numeroso que ocupa los niveles medios del Gobierno y que juega ping pong entre el primero y el tercer grupo.
Y un tercer grupo muy importante, que ocupa los niveles bajos del Gobierno, y que está saltando la talanquera por frustración. Son los desengañados.
Pero, como este ha sido un naufragio tan esperado, y mientras llega el 7 de octubre para votar, los venezolanos ya estamos practicando el toque de trompeta fúnebre militar El Silencio, para decirle adiós al chavismo.
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