Un cuba libre y una tacita de café en el Versailles

Mario J. Viera

Newt Gingrich en el Versailles y miembros del Tea Party

Gingrich está a la caza del voto de la comunidad cubana de republicanos ultraderechistas, y se va para Miami y no llega solo, lo acompaña el malacara de David Rivera, que de Cuba no conoce nada, solo que sus padres nacieron allá. Y para ver si gana las primarias de la Florida repite la monserga de limitar los viajes y las remesas a Cuba. Muy bien, esa politiquera propuesta le funcionó a Bush y seguro que se echa una buena cantidad de votos de los viejos exiliados cubanos que ya no les queda familia alguna en la isla. Por supuesto que esta de ahora es un giro de ciento ochenta grados a lo que declarara en noviembre cuando negó rotundamente que reduciría los vuelos a Cuba.

Otro republicano que quiere no una Cuba Libre, sino un trago de cuba libre en el Versailles y se atreve, osado que es, a tomarse una taza de café expreso en el Versailles.

Que buen candidato para presidente sería este Newt Gingrich que hoy dice una cosa, hace otra cosa y luego... Cambia totalmente. Ataca con todos sus cañones a Mitt Romney por aquello de que a este le gusta despedir empleados y luego, frescamente dice que de no ser nominado apoyaría a Romney... En su campaña contra Romney le acusa de afrancesado y también dice de Mitt: “No se ajusta a la cultura republicana, a la ideología”; y hay algo más: “Para aquellos que creemos en el libre mercado y que el objetivo de los emprendedores es el espíritu empresarial y la creación de empleo es muy difícil encontrar el sentido a una compañía dedicada a saquear empresas y dejar a 1.700 familias sin trabajo” en referencia a la compañía Bain Capital controlada por Romney.

No entiendo cómo se puede apoyar a alguien que en la víspera se le consideraba el malo más malo de todos los malos. La politiquería de la más baja estofa ha sido la nota predominante en los diferentes debates que han realizado los aspirantes republicanos a la nominación, ninguna idea brillante ha sido expresada por ellos a lo largo de toda la campaña. Quizá la más brillante ha sido la de Romney cuando insinuó colocar a Estados Unidos sobre el mundo y crear un milenio americano.

Según Martí Noticias, Gingrich “cree que el momento actual es ideal para promover una Primavera en la Isla”. Pregunto ¿Cómo promover esa Primavera en la Isla limitando las remesas? ¿Con consignas? El hambre no promueve héroes. ¿Momento ideal? Acaso la perestroikita de Raúl Castro sienta las condiciones para una Primavera Cubana? Perestroika sin Glásnost no promueve el “destape”, la descongelación... Acaso los recientes amagos de protestas públicas que ha estado ejecutando la oposición pueden iniciar el estallido de la Primavera cubana? Puede que sí, pero... Sí, la gente lanza gritos contra la policía cuando detuvieron a las mujeres que iniciaron la protesta, sin embargo no hubo ni uno solo de los espectadores que se lanzara sobre los represivos para impedir la detención de las valientes mujeres. Todavía no es el momento, llegará indefectiblemente por impulso de la población sin necesidad de promotores externos.

Ni Gingrich, ni ningún otro de los candidatos republicanos, ni David Rivera, ni Mario Díaz Balart, no Obama ¡Ninguno sabe cómo es la vida bajo el totalitarismo! Cuba no se asemeja a la Polonia de antes de la caída del Muro de Berlín. Cuba es una isla ¿será que no se han percatado de ello?

Quizá hubiera sido este el momento adecuado para promover alzamientos armados contra el régimen, pero ya las condiciones son muy diferentes a las existentes antes de 1964. Entonces la revolución era sagrada, apoyada por la inmensa mayoría de la población, ahora, la revolución es una mala palabra pronunciada dentro de la conciencia de los cubanos; pero las condiciones en el terreno han variado considerablemente. No hay posibilidades de alzamiento en el Escambray o en la sierra Maestra, esos polos están más que controlados por el ejército y el control de la seguridad del estado y de la policía sobre los ciudadanos es todavía mayor que en aquella época.

¿Implementar íntegramente, es decir, en toda su formulación, la Ley Helms-Burton, que según David Rivera se ha comprometido Gingrich? ¡Palabras, solo palabras! Los intereses de Estados Unidos están por encima del cumplimiento en su totalidad de esa dichosa ley. Ningún presidente de Estados Unidos desde Clinton hasta Obama, incluido George W. Bush se ha atrevido a implementar el Título III de la Ley para la Solidaridad Democrática y la Libertad para Cuba o Ley Helms-Burton.

Hay otra realidad política dentro de la comunidad cubana de Miami. La composición de esa comunidad ha cambiado drásticamente en los últimos tiempos. Muchos de los cubanos que recientemente se han acogido a la ciudadanía americana, se declaran independientes o demócratas y esos cubanos, con fuertes lazos familiares en la isla no darán sus votos a un candidato presidencial que tenga como consigna de campaña restringir los viajes y las remesas que puedan enviar a sus familiares en Cuba. Quizá las elecciones de noviembre constituyan en Miami un referendo sobre el tema de los viajes y remesas a Cuba. Puede haber sorpresas.