Friday, January 27, 2012

Dictadura es dictadura y no cabe otros términos

Mario J. Viera

Dictadura hoy es sinónimo de tiranía, no cabe otro término para denominarla. Puede que sea una dictadura de régimen civil unipersonal o de partido único; puede asomarse con ropajes de formal democracia con el ejercicio del voto o puede ser, la violenta, la rígida dictadura de un régimen militar. No valen los eufemismos.
Y como no cabe el eufemismo para disimular el criminal meollo de la dictadura, en Chile se armó la gresca cuando el 9 de diciembre el Consejo Nacional de Educación (CNED) sustituyó el sustantivo dictadura por el menos agresivo “régimen” en las bases curriculares de 1º a 6º básico correspondiente al área de Historia para sexto grado llamando a “comparar diferentes visiones sobre el quiebre de la democracia en Chile, el régimen militar y el proceso de recuperación de la democracia a fines del siglo XX, considerando los distintos actores, experiencias y puntos de vista, y el consenso actual con respecto al valor de la democracia”.
No se trataba de un simple “régimen militar” lo que rigió en Chile a partir del 11 de septiembre de 1973, sino un régimen militar dictatorial, un régimen surgido de un golpe de estado militar que hizo trizas los derechos humanos. Parece que, como dijera el consejero Alejandro Goic al presentar su renuncia al CNED,  ese organismo “a 40 años del golpe aún no reconocen en plenitud la dictadura que tuvimos y las consecuencias que ella trajo” ya que en las bases, señaló Goic “se omite mencionar los dramáticos acontecimientos históricos en el país como fueron el Golpe de Estado, la Dictadura y la violación a los Derechos Humanos
 Por un nuevo acuerdo tomado por seis votos a favor y una abstención, se corrige el texto para quedar enunciado: “Comparar diferentes visiones sobre el quiebre de la democracia en Chile, el régimen o dictadura militar y el proceso de recuperación de la democracia a fines del siglo XX”.
Aunque es cierto que todavía en Chile hay muchos que bendicen a la dictadura pinochetista ya que, como afirmara un lector de LA SEGUNDA.com, “detuvo el cáncer marxista y diseñó una nueva economía anti proteccionismo y anti monopolios, terminó con los aranceles y liberó la economía, diseñando la ruta del crecimiento”. Muchos también fuera de Chile que conocen la tiranía de los Castro comparten la misma opinión; pero un cáncer no se combate con otro cáncer.
La dictadura castrista es tan criminal como lo pudo haber sido la dictadura militarista de Augusto Pinochet. Chile tal vez pudo llegar a la ruina bajo el gobierno de la izquierda bananera de Salvador Allende apoyado y apadrinado por Fidel Castro, pero el precio del rescate fue demasiado duro.
Quizá pudiera justificarse un golpe militar contra un régimen de tendencia marxista, como se podría justificar el golpe palaciego que en Honduras derrocó al presidente títere del chavismo, Mel Zelaya; lo que no es admisible bajo ningún concepto es sustituir una posible dictadura por otra efectiva que se manchara de sangre y ahogara los derechos de gran parte de los chilenos. Los militares no gobiernan, actúan bajo la filosofía de los cuarteles.
La historia debe enseñarse tal como es, sin intentos de embellecerla. Ha de mostrar las llagas como las virtudes de una nación. La dictadura de Pinochet detuvo el avance del comunismo en Chile, pero fue una época cruel, ¡Ay de aquellos que la sufrieron!
En Cuba, un movimiento legítimo de resistencia a la dictadura de Fulgencio Batista degeneró luego de su triunfo en la dictadura longeva del partido único de los Castro,  con el agravante de haber arruinado al país a diferencia de la dictadura de Pinochet que encaminó a Chile por los senderos del progreso económico. Sin embargo dictadura es dictadura y no hay otra manera de denominarla.

No comments:

Post a Comment