Miguel Iturria Savón
LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -Mientras los almanaques de China proclaman el 2012 como Año Lunar, cuyo centro festivo es el dragón, los noticieros de Cuba reportaron el domingo 8 de enero imágenes de la Caravana de la Libertad del lejano 1959.
Como si no hubiera pasado medio siglo, locutores y camarógrafos se esforzaron por sincronizar la euforia del pasado con los ancianos y mujeres que en algunos puntos de la carretera central se nuclearon en torno a las pipas de maltas y refrescos para evocar el suceso.
El lamentable espectáculo habla de la moral en fuga de aquellos protagonistas envilecidos tras el poder. La racional lucidez de traficar con la miseria para atraer a cientos de personas a los lugares por donde pasó el Comandante en Jefe, ya es un ritual que apenas engaña.
Esto sucede porque en Cuba los medios masivos de comunicación siguen aferrados al pasado, el pasado como fuente de legitimidad y espejo premonitorio del poder. Si algo queda de esa entelequia revolucionaria son los protagonistas del núcleo duro de aquel proceso que torció su rumbo en los brazos de la fenecida Unión Soviética.
Media centuria después Cuba es el laboratorio crepuscular de América Latina. Tal vez por eso los jóvenes sueñan con emigrar hacia el norte, mientras la prensa oficial sigue echándole mano a los símbolos del pasado y los ancianos del Consejo de Estado hacen negocios con millonarios extranjeros y preparan a sus vástagos para que asuman el relevo, como los Kim en Corea del Norte.
Si uno de esos turistas que retratan las ruinas de La Habana preguntara por los logros de aquella revolución, habría que decirle unos chistes alegóricos al infierno o manejar estadísticas lamentables. Veamos algunas.
En enero de 1959 existían en Cuba 14 prisiones y tres mil prisioneros. Medio siglo después la cifra asciende a más de 200 reclusorios y ochenta mil presos.
El ganado vacuno descendió de seis millones de cabeza a solo un millón.
Éramos el primer país de América Latina en medios de comunicación; ahora estamos por debajo de Haití y El Salvador en acceso a Internet.
Cuba era un país abierto al mundo, pero los cubanos eran dueños del 70 por ciento de los medios de producción, nacionalizados y convertidos en propiedad del estado a partir de entonces.
La isla exportaba diversos rublos alimenticios; ahora compra el 70 % de lo que consume.
En la década del 50 solo setenta mil cubanos emigraron a los Estados Unidos. Del 2001 al 2010, 168 mil nativos se naturalizaron y 315 mil establecieron su residencia legal en esa nación, mientras que 35 mil intentaron cruzar el estrecho de La Florida.
Como nadie huye de la libertad se induce que las expectativas generadas por aquella Caravana libertaria acabaron en frustración. ¿Por qué celebran entonces el suceso nuestros mandarines? ¿Será una forma de premiar a los viejitos desdentados que hacen colas para comprar malta y refresco el 8 de enero de cada año?
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