Buscar candidaturas con ataques a los migrantes, como hacen Mitt Romney (nieto de migrantes) o Rick Santorum (hijo de migrantes) es tramposo y abusivo. También lo es prometer soluciones humanitarias y realizar redadas, como hizo Obama. Pero nada cambiará mientras no tomemos conciencia de que todos los seres humanos somos migrantes en este mundo.
Manuel Gómez Granados. EXCELSIOR.
La furia anti inmigrante del Tea Party |
Este año, por la manera en que se organizan las elecciones en Estados Unidos y por el hecho de que Barack Obama es ahora el líder indiscutido del partido Demócrata, la atención en las elecciones primarias de aquel país se centra en definir quiénes serán los candidatos a presidente y vicepresidente del partido Republicano.
A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años, cuando los republicanos debían defender la gestión de George W. Bush, uno de los presidentes más impopulares de EU al finalizar su mandato, este año los republicanos esperan capitalizar el descontento por los malos números de la economía y por la incertidumbre en que viven nuestros vecinos.
Lo más grave de esta realidad es que, como ya es frecuente, los migrantes se convierten en blanco de los excesos de los políticos. Paradójicamente, los migrantes, mexicanos y latinoamericanos, fueron atraídos por las oportunidades que ofrecía EU en los 90, pero las cosas cambiaron y ahora, de ser lo héroes que hicieron posible que el país creciera como creció en los años de Bill Clinton, se han convertido en villanos.
Las primarias son, desde hace muchos años en EU, un espacio único para escuchar cualquier cantidad de excesos y tonterías, desde el patrioterismo más vulgar, hasta los ataques ad hóminem más despiadados. Ya conocemos esta dinámica y no debería preocuparnos demasiado, pues los candidatos de cualquier lugar en el mundo dicen cosas que, ya en el gobierno, olvidan. A veces, eso ocurre para bien y a veces para mal. El mejor ejemplo es Barack Obama, quien en 2008 ofreció una solución humanitaria a la migración a EU y, como presidente, impuso un récord de deportaciones de inmigrantes (http://huff.to/ObamaDeporta).
Por ello, las comunidades hispanas en EU están muy enojadas con Obama (http://lat.ms/LatinosEnojados) y desencantadas, pues saben que si prometió acciones humanitarias y ejecutó redadas, los republicanos ofrecerán redadas, muros, controles, aviones no tripulados y, dadas las presiones del Tea Party y otras organizaciones, harán eso y más.
Los latinos en EU están en el peor de los mundos posibles. Los demócratas les fallaron y los republicanos los usan para azuzar los peores sentimientos antiinmigrantes. El peso de la responsabilidad está ahora en Obama, quien deberá, en su doble papel de presidente en funciones y candidato a reelegirse, encontrar alguna solución. Tiene una ligera ventaja sobre los republicanos, que podría cambiar si los malos números siguen, lo que daría mayor peso al voto latino.
Obama y los republicanos deben reconsiderar sus promesas y acciones. No sólo porque los emigrantes llegaron a EU atraídos por la necesidad real que existía de mano de obra barata. También porque es absurdo apostar a militarizar la frontera o realizar redadas masivas para solucionar el desempleo. Todos los estudios disponibles de organismos multilaterales, fundaciones y universidades, dentro y fuera de ese país, demuestran que lejos de perjudicar, los migrantes contribuyen al desarrollo, tanto de las naciones de origen, como de las huéspedes; mejoran las relaciones diplomáticas y tienen un efecto benéfico que compensa cualquier posible perjuicio (http://bit.ly/UNCTADbeneficios).
Buscar candidaturas con ataques a los migrantes, como hacen Mitt Romney (nieto de migrantes) o Rick Santorum (hijo de migrantes) es tramposo y abusivo. También lo es prometer soluciones humanitarias y realizar redadas, como hizo Obama. Pero nada cambiará mientras no tomemos conciencia de que todos los seres humanos somos migrantes en este mundo.
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