Mario J. Viera
Pese a los fuertes ataques que le hicieran sus competidores Mitt Romney gana en New Hampshire con un fuerte porcentaje que le alivia el débil triunfo que obtuviera en Iowa. En esta ocasión no fue el seráfico Santorum quien ocupara las preferencias republicanas para concederle el segundo lugar, sino el anarquista de derecha Ron Paul.
Romney ya se siente como el virtual competidor con Obama en las elecciones de noviembre; sin embargo todavía puede encontrar dificultades en las primarias de Carolina del Sur a celebrarse el dia 21 de enero.
En las primarias republicanas de 2008 en Carolina del Sur, Mitt Romney quedó desplazado a un tercer lugar con un 15.3% de los votos y resultando vencedor John McCain. En aquella ocasión quien encabezaba las encuestas, Mike Huckabee quedaría en segundo lugar perdiendo por 3.31 puntos porcentuales por debajo de McCain. Huckabee había resultado ganador en el caucus de Iowa y posteriormente ganaría en los estados de Kansas, Alabama, Arkansas, Georgia, Luisiana, Tennessee y Virginia Occidental.
Si nos guiamos por las tradiciones, el candidato republicano que gane en Carolina del sur tiene prácticamente asegurada la nominación para la presidencia; así ocurrió en 1980 con Ronald Reagan, en 1988 y 1992 con George H. W. Bush, en 1996 con Bob Dole, en el 2000 con George W. Bush y en 2008 con John McCain.
Para las primarias de Carolina del Sur las encuestas favorecen a Romney seguido por Gingrich y Santorum; pero también la tradición de las últimas primarias de este estado muestra que los favoritos fueron derrotados por los que ocupaban un puesto inferior en las encuestas. Carolina del Sur se diferencia mucho de las primarias de New Hampshire por ser de tendencia más conservadora, lo que le da mayores posibilidades a Rick Santorum. No obstante, aunque no es el candidato perfecto para el Tea Party, es posible que apoye a Romney considerándole como la mejor opción frente a Obama.
Esta opinión es compartida por muchos analistas; de acuerdo con la reportera de América/Mundo, María Ramirez, los “cambios de opinión (de Romney), su estilo robótico y sus destellos de ira hacen desconfiar a los votantes. Pero la obsesión republicana es encontrar a alguien capaz de atraer el máximo número de independientes para derrotar a Barack Obama”.
A pesar de que una pifiada de Romney en la Cámara de comercio de Nashua, NH, en que expresaba su placer de despedir empleados, según Ramón Lobo del blog Aguas Internacionales del diario El País, se había “convertido inesperadamente en el eje de la campaña electoral de EEUU”, Romney supo sortear ese escollo para concentrar sus ataques sobre el presidente Obama en lugar de debatir en contra de sus opositores.
Romney había declarado: “Me gusta despedir a gente que me rinde servicios. Si alguien no me proporciona el servicio que necesito, me gusta decir, sabes, voy a buscarme a otro que me lo proporcione”. El argumento se convirtió en un ariete de la campaña de Newt Gingrich atacando al favorito haciendo referencia a su participación como ejecutivo de Bain Capital, compañía que adquiría empresas deficientes para reordenarla con el despido de numerosos empleados y luego venderlas. “Encontramos bastante difícil justificar a los ricos que conciben formas legales inteligentes para saquear una empresa, dejando atrás a 1.700 familias sin trabajo”, argumentaría Gingrich.
Jon Huntsman intentó también sacar partido de la desdichada expresión de Romney: “Romney disfruta despidiendo personas. Yo disfruto creando puestos de trabajo".
Para Charles Babington de la Associated Press, “New Hampshire ha quedado atrás y la campaña se desplaza a Carolina del Sur, donde los enfrentamientos entre republicanos suelen ser brutales, incluso perversos. Allí la tasa de desempleo es mucho más alta que en Iowa y Nueva Hampshire, lo cual la convierte en terreno fértil para pintar a Romney como un millonario que vacía a las empresas y las descarta como cáscaras vacías”.
AP destaca que un grupo de respaldo a Newt Gingrich está planeando un fuerte ataque contra el hasta ahora favorito en las intenciones de voto por medio de avisos televisivos que muestran a personas desesperadas que aseguran haber perdido sus empleos debido a la reestructuración de Bain cuando la dirigía Romney.
Ante las fuertes críticas que ha recibido desde la derecha por su participación en Bain Capital, Romney ha afirmado: “El presidente Obama quiere someter a juicio a la libre empresa. En los últimos días, hemos visto a algunos republicanos desesperados plegarse a él”. Por supuesto en las primarias de Carolina del Sur no influirán los activistas de Occupy Wall Street que condenan las inmorales especulaciones del 1% de la población, culpable, según su enfoque, de la crisis por la que atraviesa el país.
¿Seguirá cosechando sus lauros Mitt Romney a pesar de la desconfianza que hacia él siente el Tea Party y los fuertes ataques de sus contrincantes de su propio partido? Eso solo lo sabremos cuando se produzcan las primarias de Carolina del Sur. Luego vendrá la Florida. Queda mucho camino por andar.
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