Raúl Rivero
La única vez que Gloria Estefan (La Habana, 1957), la cantante, actriz y compositora cubana, ha aparecido en la televisión de su país fue en el verano de 1996. Cantaba el himno de los Juegos Olímpicos de Atlanta y en las pantallas de los aparatos de la isla no se pudo leer un texto que identificara a la mujer que actuaba.
Fue un debut triste y obligatorio para alguien que era ya una leyenda de la música latina en el mundo y que, a pesar de haber salido de su tierra a los 16 meses de nacida, se había llevado entre sus blusas y sus juguetes de niña el timbre, la armonía y la voz que ninguna burocracia, ninguna categoría del odio y la intolerancia le podían quitar.
Gloria Estefan se fue de Cuba cuando todavía era Gloria María Milagrosa Fajardo García y su familia decidió irse a vivir a Estados Unidos. Allí se formó rodeada de otros sonidos, pegada a una guitarra, refugiada en una atmósfera creativa y amable. Para que esta nota apresurada tenga un ribete de cuento de hadas y rompa con la tragedia de todos los exilios, falta el detalle de que en su adolescencia, Gloria conoció y se casó con el músico y productor Emilio Estefan (Santiago de Cuba, 1953) otro personaje que salió y pasó un tiempo en España, y viajó a Florida sin saber que tenía el encargo de fundar la famosa banda Miami Sound Machine.
Gloria Estefan, tiene más familia en la tierra de su abuelo (Pola de Siero, Asturias) que en toda Cuba y su nombre está en la portadilla de 100 millones de discos vendidos en todo el planeta y en la base de los siete premios Grammy.
Esta semana, esperó el año 2012 con la noticia de que es la primera mujer que pone un tema musical directamente en el número uno de las canciones latina más escuchadas en Estados Unidos.
La artista hizo un viaje relámpago al primer lugar del Hot Latin Songs de Bilboard con la pieza Hotel Nacional que está en su disco más reciente Miss Little Havana.
Gloria inició su carrera en 1977 con el Miami Sound Machine y su álbum Renacer/ Live again. En esa fecha estuvo durante un año y medio en la cima del Top Latin y su música comenzó a moverse, todavía con discreción, por otros países del continente.
La cantante dijo en Madrid al periodista Feliciano Tisera que la combinación de los sonidos de la música pop y las raíces latina le dieron credencial a su trabajo. «El habernos ido de Cuba», precisó, «hizo que esa música viviera aún en nosotros porque nuestros padres se aferraron a nuestras tradiciones, a nuestra cultura. A mí como que me hizo falta mi país, tener un país, y eso lo hemos volcado en los sentimientos de nuestra música».
Actuar en Cuba es el único sueño personal y profesional que tiene pendiente Gloria Estefan.
Ella y su esposo Emilio Estefan pertenecen a una estirpe de artistas cubanos (Celia Cruz, Olga Guillot, Guillermo Cabrera Infante, Paquito de Rivera, Arturo Sandoval…) para la que la gloria en el mundo tiene un equivalente de sombras en su patria.
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