Mario J. Viera
Chávez paseando entre aduladores en el campo petrolero de Petromonagas
Ha regresado Chávez a su maratónico Reality show de “aló presidente”. Y lo ha hecho con un asombroso vigor para un hombre que ha sido atacado por el cáncer, quién se crea el cuento del cáncer bolivariano, allá él, que yo no me lo creo.
Y regresa con sus estupideces y sus payasadas, con su pose de matón de esquina, aunque corrió como liebre cuando fracasó en su intento de golpe de estado o temblara como mariquita cuando el fallido golpe en su contra.
Da pena el tal presidente; pero más pena da el tonto que vote por él; porque hay que ser tonto para votar por un aprendiz de brujo totalitario, que dice lo que es cuando califica de mártir al tirano de Libia y se solidariza con el Assad, el chacal de Siria y recibe con todos los honores al dictador iraní Mahmud Ahmadineyad. Hay que ser cretino para darle el voto al que adora a Fidel Castro y que anhela instaurar en Venezuela un régimen idéntico al de los Castro.
Ya había hecho la amenaza ayer, luego de su encuentro con el presidente peruano Ollanta Humala: "En verdad que sin el Aló Presidente los domingos no se aguantan de fastidio así que vuelve el Aló Presidente y prometo por lo menos cinco horas", “Aló Presidente” es su pasatiempo favorito para mitigar el aburrimiento de su gestión desatendida de gobernar un país. Pienso que los venezolanos pensarán igual que Chávez que los domingos no se aguantan de fastidio, claro que el fastidio son las interminables peroratas del “Aló Presidente”.
Llegó rodeado de aduladores rojos rojitos al campo petrolero de Petromonagas desde donde se transmitiría su programa; de esos aduladores que en los corrillos de Miraflores a sotto voce se refieren de él como idiota, prepotente y vanidoso al que hay que adular para obtener favores. Es lo mismo que de seguro piensan de él los hermanos Castros que deben catalogarle en privado de “mongólico” aunque públicamente lo destaquen como brillante líder.
Chávez durante la transmisión de su programa «Aló Presidente»
Arremetió en contra de la demanda que plateara la Exxon Mobil por la intervención de sus activos: “La Exxon Mobil nos demandó por 12 mil millones de dólares y le vamos a pagar 200 millones, eso es lo que le vamos a pagar, y de ñapa Rafael Ramírez, ministro de Petróleo, le mandas un tarrito de lo que yo te dije, un tarrito de petróleo crudo. Es que son unos inmorales (...) Ahora nos amenazan en acudir al Centro Internacional de Arreglo de Inversiones (Ciadi). Nosotros no reconoceremos decisiones de Ciadi alguno, no nos vamos a doblegar ante el imperialismo y sus tentáculos, entiéndanlo”
Anuncia la llegada de Ahmadineyad: "Hoy por cierto llega a Venezuela y nos honra con su visita el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. Dentro de poco llegará el presidente Ahmadineyad. Le he encomendado al vicepresidente, Elías Jaua, que lo reciba (...) Esta noche descansará un poco y mañana tenemos trabajo todo el día revisando convenios de cooperación” y aprovecha la ocasión para intentar una burla hacia Estados Unidos: “...y ahora, voceros de allá de Washington, del Departamento de Estado de la Casa Blanca, andan diciendo que no es conveniente para ningún país acercarse a Irán, bueno, en verdad que da risa ya". Lanza una advertencia al presidente de estados Unidos: “Olvídate Obama, olvídate, dedícate más bien a los problemas de tu país que son bastantes; pero nosotros somos libres, los pueblos de América Latina más nunca estarán arrodillados y dominados por el imperio yanqui, más nunca". Para eso es socio del Irán, porque los “iraníes han desarrollado no se cuanta tecnología de defensa”; pero está jugando con fuego y poniendo en peligro la seguridad venezolana.
No faltaron sus ofensivos ataques contra la oposición: “Yo reto a los majunches a que respeten los resultados que diga el Consejo Nacional Electoral”, cuando en realidad es él quien debe respetar, no los resultados que amañe el Consejo Nacional Electoral, sino los resultados de las urnas de votos.
Saltaba jubilosa la cuadrilla de aduladores como lo viera el diario español EL PAIS: “Cada frase fue registrada, minuto a minuto, en la nueva cuenta de la red social Twitter @alo_presidente, y celebrada en directo, con risas y aplausos, por los ministros del Gabinete, y los gobernadores, diputados y dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Entre ellos, en primera fila, el general Henry Rangel Silva, recién nombrado ministro de la Defensa. ‘Un aplauso para Rangel’, pidió Chávez en medio del programa, y todos obedecieron”.
El, el súper hombre: “Todavía dicen que me estoy muriendo, que me dio un ACV [accidente cerebro-vascular]. Con el favor de Dios aquí estoy, y estaré hasta largo”. Esa es su aspiración, mantenerse en el poder hasta el 2031. ¡Por supuesto que no se está muriendo! Nadie enfermo realmente de cáncer hace tantos alardes de su terrible enfermedad, independientemente de los tratamientos de quimioterapias: “París bien vale una misa”.
A las dos horas de su comparecencia se puso de pie y bailó al son de la charrasca en mano que hacía sonar se puso a bailar y cantar acompañado por las señoronas ministras de Salud, de los Servicios Penitenciarios y de la Juventud. Venezuela bajo el chavismo es un relajo. Pobre Venezuela.
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