El republicano menos republicano

Mario J. Viera

Pre candidato Ron Paul

Ha ido ascendiendo entre los favoritos del republicanismo. Llega a Iowa ocupando un segundo lugar en las preferencias del electorado republicano. Tiene como republicano las credenciales del conservadurismo. Posee el apoyo del Tea Party, por algo le llaman el padrino ideológico de se movimiento populista de ultraderecha; pero se opuso a la guerra en Irak, votando en contra y rechaza la Ley Patriótica que impulsara George W. Bush, dice no al uso federal de la tortura y aboga por la salida de Estados Unidos de la OTAN y por el desmantelamiento de muchas de las bases del ejército de americano en el exterior.

Algunos le han denominado la oveja negra de los republicanos. En su ideario hay una mezcla de radicalismo y denodado conservadurismo. Pide la eliminación de la Reserva Federal y se opone a un enfrentamiento armado con Irán, y la vez que se considera un pro vida radical es también partidario que se legalice el consumo y distribución de la mariguana. Su credo es un constitucionalismo dogmático de interpretación literal de la Constitución.

No admite una amnistía para la inmigración ilegal y rechaza conceder la ciudadanía por nacimiento a los hijos nacidos de indocumentados en suelo norteamericano, en cambio rechaza que se condene a los empresarios que contraten inmigrantes ilegales. Según su biógrafo Brian Doherty en su mente, “un empresario estadounidense debería ser libre de dar trabajo a quien quiera”.

Este, a grandes rasgos, es Ronald Ernest Paul conocido por todos como Ron Paul, el hombre que ha afirmado: “Los Padres Fundadores de nuestro país apreciaban la libertad, no la democracia”. Un libertario, casi un anarquista de derecha que pretende limitar el gobierno a funciones de defensa y orden interior y hasta ha sugerido la eliminación de cinco secretarías, educación, energía, comercio, interior y gestión del territorio. Como ha dicho Doherty, “Ron Paul ha logrado dar con una vena libertaria escondida en el pueblo estadounidense”, el fundamento básico de los tea partisanos.

Se afilia al Partido Republicano por estar más cerca de su reaccionario conservadurismo pero el preferiría retar el bipartidismo americano con el surgimiento de un tercer partido: “Siempre se ha hablado de la necesidad de un tercer partido en Estados Unidos. Él es lo más próximo a eso y sería una situación muy interesante en la historia política de este país” afirma Emilio Viano, profesor del Departamento de Leyes, Justicia y Sociedad de la Universidad Americana de Washington. Algo que quizá atraiga a un importante sector de la juventud ya asqueada de los políticos profesionales de los partidos republicanos y demócratas. “Tiene un mensaje muy interesante para la juventud ─ asegura Viano ─ Los jóvenes quieren más libertad, menos supervisión del gobierno o de sus padres, acceso a las drogas y, además, se oponen a la guerra porque son las principales víctimas de ésta”.

Paul rechaza la guerra contra el terrorismo: “No veo al Islam como enemigo nuestro” ─ aseguró Paul en Winterset, Iowa ─. Yo veo que la motivación es la ocupación y aquellos que nos odian que les gustaría matarnos están motivados por la invasión nuestra a su país, el apoyo a sus dictadores es lo que ellos odian”.

La franqueza agresiva de Paul, puede alcanzar simpatías en grandes sectores de la sociedad americana, pero va contra las etiquetas políticas republicanas; es como señala Viano: “¿Qué político que realmente quiera ganar una elección se atrevería a mencionar la eliminación de la Reserva Federal, de acabar con la guerra contra las drogas, de cortar el presupuesto del Pentágono? Estas son todas vacas sagradas de la política estadounidense".

Pero hay además puntos negros en la aspiración de Ron Paul a la candidatura, su edad, ya ha cumplido 76 años y pesan sobre él antecedentes de racismo y xenofobia escurridos en las cartas que escribiera años atrás y que según The New York Times sus mensajes fueron considerados como “una lectura aconsejada por el grupo neonazi Heritage Front”.

Todavía hay un camino por recorrer hasta que el Partido Republicano pueda escoger el elefante blanco que competirá con Barak Obama por la Casa Blanca. Lo más probable es que ese campeón del republicanismo no sea Ron Paul.