Conpendio
Ha comenzado un nuevo año. Normalmente el inicio de un nuevo año es ocasión propicia para promover la conciliación y el diálogo. Pero la palabra diálogo no figura en el léxico del régimen. Mucho menos los términos concordia o conciliación. Para la gran mayoría de los venezolanos será un año completamente lleno de esperanzas y de optimismo. Con la ayuda de Dios y con el voto se pondrá fin a 13 años de dictadura disfrazada de democracia. Las condiciones para lograrlo no pueden ser mejores. (Adolfo R. Taylhardat. EL UNIVERSAL. 2012 es el año del cambio)
En este 2012 llegó el momento del cambio, de dar un paso adelante y dejar atrás todo lo que en estos 12 años ha significado, dolor, atraso, miseria, muerte, crisis e ineficiencia gubernamental, llegó la hora de empezar a caminar el terreno de la mejor Venezuela. Es por esto que los invitamos a imaginarse esa nueva Venezuela, esa Venezuela llena de profesores bien remunerados brindándole educación a nuestros hijos, vean ese país donde los jóvenes no se gradúen de desempleados, sino que pueda obtener un empleo digno que les permita progresar, vean esa Venezuela llena de productores nacionales en los campos cosechando los productos que consumamos los venezolanos, un país lleno de fábricas textiles produciendo la ropa hecha en Venezuela, una nación llena de carreteras y autopista comunicando a todos los venezolanos de manera segura, vean ese país lleno de policías y fiscales honestos, vean esa Venezuela llena de hospitales que funcionen, de ambulatorios por cada rincón del país llenos de médicos venezolanos, vean esa Venezuela donde la vida y la seguridad de los venezolanos sea la prioridad, esa Venezuela es el compromiso de todo un equipo encabezado por Leopoldo López. (Eduardo Battistini. EL UNIVERSAL. Ya viene)
A despecho de las retorcidas pretensiones electorales del régimen, las circunstancias del destino apuntan a favorecer la razón que, por decantación natural de los clamores que copan los espacios de la política nacional, marcará los venideros acontecimientos de la vida republicana venezolana. (Antonio José Monagas. EL UNIVERSAL. Una transición anunciada)
La oposición ha logrado la unidad casi perfecta que conducirá a la escogencia de un candidato único para enfrentar al führer y sus pretensiones de monarca absoluto. Esto lo tiene aterrado y lo lleva a asegurar que "matemática y políticamente" es imposible que la oposición pueda derrotarlo el 7 de octubre próximo. Lo primero lo acepto, porque las matemáticas son susceptibles de manipulación y de eso "tenemos un rollo". Lo segundo, eso de que políticamente no es posible que el candidato de la oposición triunfe, es la admisión de que empleará todos los recursos de que dispone para impedir el triunfo del candidato opositor. De hecho, lo viene haciendo desde hace mas de un año. (Adolfo R. Taylhardat. EL UNIVERSAL. 2012 es el año del cambio)
Coordinados por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), los partidos de la oposición, muchos surgidos durante el largo mandato de Chávez, y con una evidente hegemonía de la centro-izquierda, se aprestan a realizar primarias, contrastando con la candidatura única del partido único, propiedad única del líder único. (Fernando Mires. TAL CUAL. Adelante y atrás)
Solo queda continuar la senda abierta por el esfuerzo y sacrificio de quienes han brindado su vida al logro de la democracia. La transición política entre un régimen caracterizado por el desprecio al talento y un gobierno movido por el respeto y búsqueda de la excelencia, está advertida. Es inevitable pues que 2012 sea tiempo de una transición política. Además, anunciada. (Antonio José Monagas. EL UNIVERSAL. Una transición anunciada)
El 2012 es el año del cambio y eso tiene al fúhrer desesperado. Además de la concertación que se ha logrado la disidencia para enfrentarlo con un candidato unitario, las encuestas dan cuenta de que su arrastre en las masas, particularmente en la población menos favorecida e incluso dentro de sus propias huestes, está en picada. Sus esfuerzos por conservar bajo control a sus simpatizantes valiéndose de prebendas, dádivas, engaños, promesas y ofrecimientos mentirosos e hipócritas ya no rinden resultados. Lo que no obsta para que los beneficiarios, sin vender su alma al diablo,se aprovechen de la munificencia presidencial a costa del dinero de todos los venezolanos, del cual dispone como si fueran parte de su "chacarita" (portamonedas) personal. En el 2012 presenciaremos la manera grosera cómo se incrementará exponencialmente el populismo y el derroche para tratar de mantener la manada dentro del corral. (Adolfo R. Taylhardat. EL UNIVERSAL. 2012 es el año del cambio)
Para reconciliar a los venezolanos después de 13 años de brutales agresiones por parte del Presidente, la oposición tiene la ventaja de haber puesto en práctica un sistema unitario de elecciones primarias para escoger el candidato que debe enfrentarse a Hugo Chávez o a quien él seleccione a dedo, en caso de no poder asumir su candidatura. Pero los demócratas entendemos que no sólo se trata de un candidato que una a la mayoría de los ciudadanos que buscan la reconciliación y la paz, que abra perspectivas de progreso y bienestar, sino también que encabece la lucha por restablecer el Estado de Derecho y que a su vez permita la independencia de los Poderes Públicos para que cumplan con la Constitución nacional. No estimulará ni permitirá que se cree una persecución contra Chávez y el chavismo, que este asuma democráticamente el ejercicio de la oposición. (Juan Páez Avila. ULTIMAS NOTICIAS)
El otro factor fundamental que hace del 2012 el año del cambio es la condición de la salud del candidato oficial. Su prepotencia, sus abusos de poder, su ventajismo, resultan neutralizados por, hay que decirlo claramente, la espada de Damocles que pende sobre su capacidad de sobreponerse a la grave patología que le aqueja. Aún cuando logre superar el mal del cual padece, los electores se preguntarán si deben elegir un gobernante que no estará en condiciones - eso está ya a la vista de todos - de desempeñar plenamente las exigentes tareas que impone el ejercicio de la presidencia. (Adolfo R. Taylhardat. EL UNIVERSAL. 2012 es el año del cambio)
Las primarias venezolanas, gracias a la cerrada contienda que mantienen cuatro candidatos con posibilidades de vencer, han logrado rebalsar el interés de la simple oposición. Chávez, a su vez, se apresta a dar la gran batalla y nadie duda, recurrirá a todos los medios para imponer su victoria. (Fernando Mires. TAL CUAL. Adelante y atrás)
Quien sea el vencedor en las primarias, deberá enfrentar, en cualquier caso, a un implacable adversario. Si el candidato de la oposición –en ese punto están de acuerdo la mayoría de los analistas venezolanos- logra derrotar a Chávez, sólo podrá hacerlo sobre la base de dos presupuestos: levantar un programa de inclusión social que penetre en las filas del chavismo y representar un ideal de reconciliación nacional que termine de una vez por todas con esa división absurda que atraviesa a la nación de punta a cabo. En cualquier caso, del resultado de esas elecciones dependerá gran parte de la futura arquitectura política de América Latina. (Fernando Mires. TAL CUAL. Adelante y atrás)
Soy optimista pero no iluso. El 7 de octubre próximo elegiremos un nuevo presidente. Lo que no se puede predecir es cuál será la reacción del führer cuando vea que ha sido derrotado. ¿Intentará copiar la conducta de sus hermanos Muhamar Khadafi y Bashar al Assad? ¿Se atrincherará en Miraflores con el apoyo de su milicia personal y de los jefesotes militares que más que por lealtad, lo defenderán por temor a perder los privilegios y beneficios obtenidos mediante la corrupción y la adulancia? (Adolfo R. Taylhardat. EL UNIVERSAL. 2012 es el año del cambio)
Si esto último ocurriera el coraje y el sacrificio de los tunecinos, los egipcios, los libios, los yemenitas, los sirios y ahora los rusos, debería servir de ejemplo de cómo hay pueblos dispuestos a luchar y sacrificarse por su libertad y sus derechos. También los militares leales a la Constitución deberán demostrar que su papel no es servir a un déspota ni a una parcialidad política sino a la nación como un todo. (Adolfo R. Taylhardat. EL UNIVERSAL. 2012 es el año del cambio)
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